Bartolomé Esteban Murillo...
Autorretrato, c.1670 Óleo sobre lienzo 122 x 107 cm. National Gallery Londres |
Nacido en Sevilla (España) y huérfano a
los nueve años, el pintor y dibujante Bartolomé Esteban Murillo, considerado
como el pintor de los rostros dulces y las formas delicadas, comenzó su
andadura en el mundo del Arte cuando ingresó en el estudio sevillano de Juan
del Castillo -aunque no se conserva ningún contrato de aprendizaje del
mismo-. Pero tendrían que pasar 18
años hasta que le llegase su primer encargo importante: la realización
de once lienzos para el Monasterio de San Francisco el Grande, en su ciudad
natal, Sevilla.
San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres, 1646
Óleo sobre lienzo
173 x 183 cm.
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,
Madrid
|
Durante la década de 1650, su producción artística aumentó considerablemente, convirtiéndose en uno de los retratistas más afamados de la época. Debido a la llegada de tantos encargos, Murillo tuvo que cambiar en numerosas ocasiones de vivienda pero, cuando lo hacía, no iba solo: tras contraer matrimonio en 1645 con Beatriz Cabrera y Villalobos, el pintor logró formar una familia numerosa que lo acompañaba en cada nueva ciudad.
Sagrada Familia del pajarito, 1649-1650 Óleo sobre lienzo 144 x 188 cm. Museo del Prado, Madrid |
Niño espulgándose, c.1650
137 x 115 cm.
Óleo sobre lienzo
Museè du Louvre, París |
Pero este periodo tan fructífero, donde
realizó numeroso encargos de retratos, retablos y altares, cesó de repente en diciembre
de 1663 cuando Beatriz, la que fue su esposa durante dos décadas, se despidió
de él para siempre. Tras la muerte de su esposa, Murillo se sumergió en su vida laboral trabajando horas y horas sin descanso, comenzando una etapa que le llevaría
al culmen de su carrera y al máximo esplendor de su carrera artística.
Nacimiento de la Virgen, 1660
Óleo sobre lienzo
185 x 165 cm.Museè du Louvre, París |
El buen pastor, 1660 Óleo sobre lienzo 123 x 101 cm. Museo del Prado, Madrid |
Inmaculada Concepción de El Escorial, 1660-1665
Óleo sobre lienzo 206 x 144 cm. Museo del Prado, Madrid |
Uno de estos días, mientras se encontraba trabajando en el altar de la
iglesia de los Capuchinos de Cádiz, el
pintor resbaló del andamio y cayó al suelo gravemente herido… Los desposorios
místicos de Santa Catalina (obra en la que estaba trabajando) no volvieron nunca a ver sus manos…
Los desposorios místicos de Santa Catalina, 1682 Óleo sobre lienzo 449 x 325 cm. Museo de Cádiz, Cadiz |
El 3 de abril de 1682 y, tras varios
meses luchando por sobrevivir, el afamado “pintor de Vírgenes” Bartolomé Esteban Murillo cerraba su paleta
para siempre…
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