Ilha da Madeira...
Yo meditaba absorto, devanando
los hilos del hastío y la tristeza,
cuando llegó a mi oído,
por la ventana de mi estancia, abierta
a una caliente noche de verano,
el plañir de una copia soñolienta,
quebrada por los trémolos sombríos
de las músicas magas de mi tierra.
...Y era el Amor, como una roja llama...
¿Nerviosa mano en la vibrante cuerda
ponía un largo suspirar de oro
que se trocaba en surtidor de estrellas?.
... Y era la Muerte, al hombro la cuchilla,
el paso largo, torva y esquelética.
-¿Tal cuando yo era niño la soñaba?.
Y en la guitarra, resonante y trémula,
la brusca mano, al golpear, fingía
el reposar de un ataúd en tierra.
Y era un plañido solitario el soplo
que el polvo barre y la ceniza avienta.
los hilos del hastío y la tristeza,
cuando llegó a mi oído,
por la ventana de mi estancia, abierta
a una caliente noche de verano,
el plañir de una copia soñolienta,
quebrada por los trémolos sombríos
de las músicas magas de mi tierra.
...Y era el Amor, como una roja llama...
¿Nerviosa mano en la vibrante cuerda
ponía un largo suspirar de oro
que se trocaba en surtidor de estrellas?.
... Y era la Muerte, al hombro la cuchilla,
el paso largo, torva y esquelética.
-¿Tal cuando yo era niño la soñaba?.
Y en la guitarra, resonante y trémula,
la brusca mano, al golpear, fingía
el reposar de un ataúd en tierra.
Y era un plañido solitario el soplo
que el polvo barre y la ceniza avienta.
"Cante Jondo", António Machado
¡Hola chi@s!
Para terminar este mes de febrero que ya nos cede sus últimas horas del día, quiero dedicar el post de hoy a la Isla de Madeira (Portugal), lugar que he tenido la inmensa suerte de conocer hace apenas unos días. De este precioso "paraíso" me traigo como recuerdo su color, su alegría y la luz que se antojan ansiosas a los visitantes en cada rincón de esta maravillosa isla. Arriba os dejo una fotografía que realicé durante mi visita a las piscinas naturales de Porto Moniz, donde el mar reclama su protagonismo, y las olas se aferran a las rocas con el ímpetu y la bravura de aquel que se niega a desfallecer.
Como cierre del post y como representación de mi pasión y unión hacia Portugal, elegí para esta imagen una de las grandes joyas de la literatura española: poema de "Cante Jondo" de António Machado, donde el eco de sus palabras, y el sentir de su fuerza, parecen cobrar vida en la memoria de este anciano transeúnte que contempla complacido, el espectáculo del mar cuando el día ya ha vencido...
¡Un saludo a to@s!
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